lunes, 14 de noviembre de 2011

Ella.

Fuimos tan inseparables como la arena y el mar. Únicas. Grandiosas.
Tan fuertes e invencibles juntas. Tan perdida sin ella.

Nunca nadie podrá ocupar su lugar. Se lo dije una vez y no me creyó... hoy, ya dos años más tarde se lo vuelvo a decir por si aún lo duda. ÚNICA. Nadie ha sabido nunca quererme como ella me quiso quiere.

Días de playa, de lluvia, de compras, de sueños, días... los mejores días de mi vida me los dio ella. La quiero de vuelta, a ella con sus ñoñerías, con sus sonrisas, con sus ositos Haribo, con su helado de medianoche, con sus fotos, sus dibujos, su arte, su carisma, su amor. La quiero a ella conmigo, y sí, seré la persona más egoísta del mundo, pero la quiero solo para mi, la quiero a mi lado diciéndome lo tonta que soy.

Porque la necesito como los m&m's y la quiero más que a un millón de ellos. Porque sí, es mi hermana y lo es todo para mi.

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