La felicidad es efímera, y sí, es cierto, las palabras se las lleva el viento, para bien o para mal.
Dedico mis tardes a fumarme mis sentimientos, a quemar el papel del dolor, a beberme los sueños que un día soñé.
Muchas cosas han llegado ya a su final, han tocado la canción de despedida, han bajado el telón.
En mi cuerpo poco a poco se acumulan las sustancias asesinas
Me quemo. Me quema. Me quemas.
QUÉMAME, pero haz que sea para siempre, que solo seas tú.
Házme vivir. Házme sentir. Házme querer.
HÁZME TUYA, pero haz que sea para siempre, que solo seas tú.
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