Solo te pido una cosa. Quédate una noche más.
Sin tic-tac's ni toc-toc's, sin tiempo, con tiempo, y con nadie más que tú y que yo.
Dame ese abrazo que necesito para irme a dormir, acaríciame la espalda como solo tú sabes hacer, y bésame, bésame como si fuese la última noche, bésame como si fuera la última vez.
Y se esfuma la noche con el humo de las castañas, y yo me fumo el tiempo que me queda para volverte a ver.
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