miércoles, 4 de enero de 2012

2012

Cerramos la puerta a un año lleno de idas y venidas, de subi-bajas, de porrazos, portazos y codazos en la boca. Hemos dicho ya adiós al 2011, un año llenos de emociones, más que de costumbre, de las propias costumbres, de tradiciones que fuimos creando con el día a día, de sueños y de ilusiones fallidas.

Por favor, démosle de una vez la bienvenida a través de palabras, tal y como se merece al 2012.
2012, espero que nos abras las puertas a mundos desconocidos de sabiduría, magia, éxito y felicidad. Que tu llegada nos brinde a todos mucha paz.

Yo por lo pronto prometo intentar hacer las cosas bien, intentar que los grandes cambios no me saquen de mis casillas, que me lleves lejos, hacia el lugar donde quiero ir, que él me acompañe, que sea el inicio de una nueva aventura, que sea el inicio de una eterna historia, que me tengas preparado el camino a mis sueños, a mi nube, que no deje nunca de aprender de los años pasados y nunca nunca olvide de lo que estoy hecha, de donde vengo, a donde voy, quien es la gente que realmente me seguirá fielmente a lo largo del 2012, 2013, 2014, 2015, 2016... y por los restos.

Hoy parece que me he puesto un poquito filosófica, eh? :)
Eso sí no me quita nadie que esta entrada debería haber sido escrita el día 1, pero yo soy así de guay :)


PD: Y si se acaba el mundo... que me pille a su lado tumbados en la cama de nuestra casa en una ciudad desconocida, tan solo él y yo. ¿No sería tan increíblemente perfecto?

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